lunes, 20 de julio de 2015

Una

Entraba a las dos de la tarde a clases. Teníamos dos recreos en los que salíamos a fumar en la vereda, porque estaba prohibido hacerlo al interior del edificio. Un día, durante el primer descanso, uno de mis compañeros de curso me invitó a tomar unas cervezas. Estuvimos tomando hasta las seis. Llegué a mi casa en un indisimulable estado de ebriedad. Apenas había cruzado la puerta, cuando mi papá sintió el olor a alcohol. ¿Dónde estuviste tomando?, gritó. En un bar, le dije. ¿Qué estuviste tomando?, gritó. Cerveza, le dije. ¿Cuántas te tomaste?, volvió a gritar. Yo tenía tanto miedo que no sabía qué contestar. Finalmente lo único que atiné a decir fue 'una'.  Hasta el día de hoy me huevea preguntándome '¿cuántas cervezas te habías tomado?', cada vez que se acuerda del incidente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario