viernes, 24 de julio de 2015

Evidente

Mis abuelos paternos eran pentecostales. De los pentecostales más duros. De esos en que las mujeres usan tomate, no se ponen pantalones, no se maquillan y no llevan aros. Un día mi abuela iba en una micro sentada, biblia en mano. Entonces la persona junto a ella le dice 'disculpe, pero ¿es usted evangélica?'. Ella contestó muy orgullosa que si lo era. Apenas llegó a la casa, le contó lo sucedido a mi padre, agregando al final del relato 'debe haber sido el Espíritu Santo el que dio testimonio'.

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