sábado, 29 de noviembre de 2014

Apego

No creo en eso que dicen de que "hay que cortar el cordón". Tampoco entiendo por qué lo dicen, cual es el propósito de hacerlo, quiero decir. Mis hijos están creciendo, están cambiando. Pero a pesar de eso, los siento cada vez más cercanos. No quiero ser una madre posesiva, pero tampoco quiero ser una madre ausente. Me gusta pensar que dedicar mi vida a ellos, a mi casa es algo valioso. Que no es menos importante que realizarse profesionalmente, por ejemplo. No se que voy a hacer después de que se vayan, pero lo que si se, es que no voy arrepentirme de haber optado por ellos antes de haber optado por otras cosas.

En autobus

Mi sobrino mayor nació cuando mi hermana, la del medio, había cumplido recién dieciocho años. Obviamente mis padres, cuando se enteraron del embarazo, no lo tomaron de la mejor manera. En realidad fueron bastante severos con ella. Cuando mi sobrino nació, se tuvo que ir a vivir con su pololo. Vivieron juntos como por un año y medio, mas o menos. Después de eso, terminaron y volvió a la casa. Mis papás, mi hermana menor y yo, vivíamos en un departamento de tres dormitorios. No era muy grande, pero ella, mi sobrino y yo nos acomodamos en mi dormitorio. Dormíamos los tres en un colchón de dos plazas. Vivimos así hasta que yo me casé y me fui, varios meses después. Durante el tiempo que vivimos juntos, mi sobrino y yo nos apegamos mucho. El próximo lunes cumple dieciséis años. El sábado se lo celebran. Hoy mi hijo mayor se fue a Santiago para acompañarlo. Hoy mi hijo mayor se fue solo a Santiago. Solo, por primera vez.

jueves, 27 de noviembre de 2014

Infancia

No grites
No llores
No pelees
No desordenes
No veas tanta tele
No digas mentiras
No preguntes tanto
No digas garabatos
No saques la lengua
No juegues con agua
No andes sin zapátos
No andes tan abrigado
No tomes té en el plato
No te chupes los dedos
No te saques el chaleco 
No empujes con el dedo
No mastiques los dulces
No tomes agua de la llave
No hagas sonar la bombilla
No pongas los codos en la mesa

No te juntes con esa chusma



martes, 25 de noviembre de 2014

Insomnio

No puede dormir. Se da vueltas en la cama intentando descubrir cuál de todas las cosas que tiene en la cabeza, es la que provoca el desvelo. Pero como muchas otras veces, no logra dar con ella. Así sus pensamientos van y vienen. No lo entiende. Hoy fue un buen día, se dice,  ¿cual es el problema?. Tal vez sea algo que viene desde antes. Pero no le gusta la idea de intentar aclarar el asunto removiendo situaciones que no tienen principio ni fin. Es más, eso de revisar uno tras otro los recuerdos desagradables, los momentos complicados y los traumas por los que ha atravesado, le parece una perdida de tiempo. Es cierto que en algún momento lo intentó, pero pronto se dio cuenta de que había invertido varios años en tratar de resolver su vida, en vez de vivirla. Pero, ¿por qué no puede dormir?. Sabe que la respuesta debe ser simple. Entonces se levanta, sale al patio y enciende un cigarrillo. Mira al cielo oscuro y estrellado. Entonces se siente insignificante, tanto que hasta le da un poco de miedo. Eso debe ser, piensa. Pero bueno, supongo que es algo que le debe pasar a todo el mundo en un momento u otro, concluye. Vuelve a su dormitorio, se acuesta y se duerme.

lunes, 24 de noviembre de 2014

Cuestión de tallas

La ropa que usábamos era casi siempre regalada. Primero me la daban a mi. Yo la ocupaba hasta que me quedaba chica. Entonces pasaba a mi hermana. Cuando ella ya no podía usarla, le tocaba el turno a la menor. Y así nos vestimos durante varios años. Hubo uno en que nuestra situación económica era tan mala, que una radio cristiana se ofreció a hacer una campaña para ayudarnos. En fin. Durante ese tiempo una persona de una iglesia le regaló un terno nuevo a mi papá, para que lo usara cuando le tocara predicar. Ese día, mientras tomábamos once mi hermana, la del medio, le preguntó a mi papá "¿quién te regaló ese terno nuevo?", mi papá, emocionado le contestó, "Dios me lo regaló hija, Dios". Ella se quedó pensando por unos minutos y luego le dijo "ah, ¿entonces le quedó chico a Dios?

domingo, 23 de noviembre de 2014

Brownie

Mi hijo mayor dice que quiere ser "cocinero" cuando sea grande. Hoy le enseñé a hacer un brownie. Es una receta bastante fácil que se puede cocinar en el microondas. Nos demoramos como quince minutos. Al terminar, los dos estábamos felices. El porque le quedó muy rico y yo porque pude compartir otra hermosa experiencia con él.



The window

Hace varios años iba en un bus a Algarrobo y encontré una croquera en el bolsillo del asiento de adelante. Era de alguien que estudiaba en el DUOC. La miré un poco antes de entregarsela al chofer. Había varios dibujos. Hubo uno que me llamó la atención y es el único que recuerdo. Era una oveja a la que la habían arrojado por la ventana. Abajo de la imagen se leía "mary had a little lamb, she threw her out the window". Siempre me pregunté de dónde habría salido la frase. Hoy por primera vez se me ocurrió googlearla y encontré esta canción. Bastante estúpida, pero bueno, acá se las dejo





viernes, 21 de noviembre de 2014

De recuerdo

Tengo guardada una maleta con ropa que era de mis hijos cuando eran bebés. Se la presté a mi hermana por si había algo que le pudiera servir a mi sobrino. Le regalaron tantas cosas que al final no ocupó nada. Este fin de semana me la devolvió. Como la ropa tenía un poco de olor a humedad, la puse a lavar. Al rato salí a tenderla. No quiero usar frases repetidas para describir lo que sentí mientras lo hacía, así que solamente les voy a decir que fue hermoso.


jueves, 20 de noviembre de 2014

Mitimota

Ayer estuve en las Rocas de Santo Domingo visitando a una tía. No en las casas pitucas que están a la orilla del mar. sino en las poblaciones que están detrás de ellas. Cuando era adolescente fuimos varios veranos a verla. Bajábamos casi todos los días a la playa. Para llegar ahí, había que caminar un kilómetro mas o menos, por un camino que desembocaba en una calle principal. Esta calle nos dejaba justo frente a ella. La primera vez que fuimos, nos acompañaron nuestros dos primos. Al llegar a la orilla nos dijeron "a la derecha se ponen los cuicos, a la izquierda nos ponemos los pobres, ¿en qué lado se quieren poner?". "En el de los pobres", contestamos. Yo no estaba muy convencida de que en realidad fuera tal como ellos decían, pero lo era. Cada uno en su lado. Era algo así como cuando uno era chica y decía "las niñas con las niñas y los niños con los niños". Ahora casi nadie va a esa playa, ni los cuicos ni los pobres, pero la diferencia sigue existiendo.

martes, 18 de noviembre de 2014

Tres en uno

En el colegio al que van mis hijos, hacen durante el año cuatro salidas a terreno que son obligatorias. Uno de estos viajes es de dos días. Ese viaje les toca mañana. Aunque este es el séptimo año en el que van, siempre siento que un pedazo de mi corazón se va con ellos. Pero lo pasan espectacular. Hacen caminatas, cabalgatas, fogatas, nadan, acampan. Siempre vuelven felices, sucios y cansados a más no poder, pero felices. Así que vale la pena soltar ese pedazo de mi corazón que se va con ellos y saber que están disfrutando de sus pequeñas vidas. Y saber también, que aunque estemos separados, seguimos siendo tres en uno.


lunes, 17 de noviembre de 2014

Anoche

Lavarme las manos. Acomodarme el pañal de algodón. Apagar la luz. Cargar a mi sobrino de dos meses. Hablarle en susurros. Calmar su llanto. Pasearlo para hacerlo dormir. Cantarle una canción. Ver como se van cerrando su ojos. Mirarlo y sentirlo tan chiquito. Sus manos, sus pies, su cara, todo tan diminuto. Saberlo seguro entre mis brazos. Dependiente, como nunca más volverá a serlo. 

domingo, 16 de noviembre de 2014

Luz Enriqueta

Lo pasamos bien donde mi tía. Nos hizo pan de huevo y un queque. En la sobremesa, les leí un poco de lo que había escrito sobre la casa y terminamos hablando de mi abuelita. Hoy vuelvo a recordarla. Recuerdo su sopa de cebolla con pedazos de pan. Los domingos con un pollo y dos tazas de arroz. Su pan amasado, sus empanadas y su pan de pascua en horno de barro. La vela debajo del balón de gas para sacarle hasta lo último. El té de hoja hervido una y otra vez  hasta dejarlo sin color. La once a las cinco de la tarde, en pleno verano. El tarro en el que calentaba a leña el agua para lavar las sábanas. Sus aros de oro con perlas cultivadas. Sus chales tejidos a palillo. Su radio a pilas en la que escuchaba "la predica". Sus pintoras. Su chauchera negra con un broche dorado. Su Flaño de mujer. Su vestido café con flores amarillas. El brasero y las tortillas de rescoldo. Sus siestas en el sillón. Las idas a la feria. Las veces en que se caía y se reía tanto, que no la podíamos parar. La vez en la que se nos desarmó el catre, como a las dos de la mañana. Los almuerzos que les servía a las personas que pasaban pidiendo algo para comer. Su lavar y lavar platos. Sus interminables oraciones antes de dormirnos. Su ensalada de lechuga con comino. Sus pañuelos bordados. Lo alegre que era. Los chistes que contaba. Las poesías que recitaba. Las canciones que cantaba. Su corazón grande... y su amor por mi, su regalona.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Entre el sol y yo

El sol que me enceguece
El sol que me acaricia
El sol que me desnuda
El sol que me abraza
El sol que me envuelve
El sol que me enciende
El sol que me quema
El sol que me sofoca
El sol que me ahoga
El sol que me mira
El sol que me ve

Luego el agua helada, hasta que me evaporo

viernes, 14 de noviembre de 2014

Y en fin

Estoy en la casa de mi abuelita Luz. Bueno, la casa que fue su casa hasta que murió. Ahora es de una de mis tías. Viví aquí hasta que tuve cinco años. Después de eso, venía a quedarme casi todo el tiempo. Entonces podría decir que crecí acá. Me vine caminando desde el Metro Las Rejas. Cuando llegué a la esquina, me acordé de cómo mi tío, que es diez años mayor que yo y era como mi hermano, salía corriendo detrás de mi cuando me escapaba. Yo corría con todas mis fuerzas, hasta que él me atrapaba, me agarraba por la espalda, me tomaba en brazos y me tiraba hacia arriba, los dos muertos de risa. Cuando me daban permiso para salir a jugar a la calle, él se sentaba en la vereda a cuidarme. Tocaba Silvio en un banquito que había puesto a la salida de la casa. Las señoras que volvían de la feria siempre se paraban a escucharlo y comentaban "que lindo toca la guitarra". Recordé también otras cosas. Que acá vivía cuando me atropellaron. Tenía cuatro años. El taxi alcanzó a frenar y solamente me dejó un tremendo cototo en la frente. Que en esta casa otro de mis tíos, me sacó mi primer diente, con ese método de amarrarlo a la puerta y dar un portazo. Que aquí me pasaba el rato metiéndole palitos a las telas de araña que se hacían en los hoyitos de la pared de ladrillos, hasta que asomaban las patitas. Que desde acá salíamos los domingos con mi abuela al punto de predicación y de ahí nos íbamos a la iglesia que estaba solo a unas cuadras. Nos sentábamos en el coro y yo la abrazaba para escucharle la voz en el pecho. Que este era el lugar en que nos celebraban los cumpleaños con las tortas que hacía mi tía, la que vive acá ahora, con platitos de galletas y leche con chocolate. El regalo era casi siempre un chaleco que nos tejía alguna de mis otras tías. Que cuando mi tía menor limpiaba con Rinso las baldosas del patio, nos tirábamos de guata, resbalándonos hasta llegar a la reja. Que en este mismo living jugábamos con mis primas al Salón de Belleza "Carol Kein" y a la oficina.  Que de acá me mandaban a comprar "Al Mono" y yo me iba a pata pelá en verano y me quemaba los pies. A veces me tenía que traer de esas calugas de champú Linic y las masticaba, hasta que un día se me reventó una en la boca y nunca más. Que, como no tenía muñecas, envolvía los choclos en un pañal y eran mis guaguas. Que acá me enseñaron a tejer con esos clavos grandes...

jueves, 13 de noviembre de 2014

Circulo

Se tendió sobre la cama mirando el techo, tratando de no pensar en nada. Se quedó ahí por un rato, inmóvil. Comenzó a darle sueño, así que fue a la cocina y se preparó un café. Se sentó a beberlo lentamente. A través de la ventana, podía ver las largas briznas de pasto meciéndose al compás del viento. Luego se levantó, salió al patio y fumó un cigarrillo. Lo apagó en el cenicero y volvió a entrar. Se sentó nuevamente, tomó el lápiz y el cuaderno verde y escribió "se tendió sobre la cama mirando el techo..."

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Copy Paste

Hace varias noches tengo unos sueños bastante molestos. Y es que son una copia exacta de lo que podría ocurrir en la realidad. O sea, siguen un orden totalmente coherente y además parecen ocupar la misma cantidad de tiempo que se ocuparía en una situación que se podría dar mientras estoy despierta. Luego de un rato, comienzan a convertirse en una pesadilla. No porque suceda algo que me de miedo, sino porque acostarse, cerrar los ojos y dormirse para que la noche se parezca tanto a lo que se viviría en un día, es peor que un mal sueño.




lunes, 10 de noviembre de 2014

Risas mágicas

Las risas de mis hijos son mágicas. Su magia seca cualquier llanto, termina con cada tristeza y hace que mi corazón siempre vuelva a latir. Su magia es como un millar de lucecitas de colores que iluminan mi vida en los momentos mas oscuros. Su magia es como jugar a mojarse con una manguera, en una tarde calurosa de verano...

domingo, 9 de noviembre de 2014

Doce años

Hoy mi hijo mayor se afeitó por primera vez. No voy a escribir los comentarios que generalmente se hacen en momentos como este. Solo voy a decirles que fue lindo verlo rasurarse esas pelusas que pronto se convertirán en un bigote.

viernes, 7 de noviembre de 2014

Claro como el agua

Volver a calzarse
Volver a caminar
Buscar otro rumbo
Un rumbo diferente
Un rumbo que te lleve a otro lugar
A otro lugar al que si puedas entrar