Somos tres hermanas, creo que en algún momento lo he dicho, pero en el caso de que no lo haya hecho, lo hago ahora: somos tres hermanas. Cuando eramos chicas, las dos mayores, hicimos sufrir bastante a la menor. Cuando era pequeña, la niña tenía un lunar junto a uno de sus ojos. Digo tenía, porque se lo hizo quitar hace años. Por lo mimo, no puedo recordar junto a cuál de los dos era. Nuestro dormitorio no era muy grande, así que dormíamos en un camarote, de esos que traen una cama nido. Ella ocupaba esa cama, la nido. Pero a veces sucedía que le daba miedo, y se acostaba con mi otra hermana, la que sigue de mi. Entonces las dos, mi hermana la del medio y yo, nos subíamos a la que ocupaba yo, que era la de arriba y desde ahí le tirábamos escupos a ver cuál de las dos le achuntaba al lunar primero. Después de varios intentos, la pobre tenía la cara llena de baba y nostras nos moríamos de la risa. Que malas que eramos.
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